Cuenta la leyenda que antaño las brujas se reunían en una cueva, alrededor de un enorme caldero. Eso lo hacían ciertos días al mes, en Luna Nueva o en Luna Llena.
All´preparaban sus brebajes, sus pócimas y alquimias. Repetían en voz alta cada ingrediente que introducían en el caldero con énfasis y con una sonrisa sarcástica.
Luego filtraban las pócimas y se transformaban en bellas doncellas. Descendían de las montañas y seducían a los humanos.
Estos, al beber sus embrujos, tenían alucinaciones donde percibían otros mundos que los aterraban.
Esa era la diversión de las brujas, enloquecer a los humanos.
All´preparaban sus brebajes, sus pócimas y alquimias. Repetían en voz alta cada ingrediente que introducían en el caldero con énfasis y con una sonrisa sarcástica.
Luego filtraban las pócimas y se transformaban en bellas doncellas. Descendían de las montañas y seducían a los humanos.
Estos, al beber sus embrujos, tenían alucinaciones donde percibían otros mundos que los aterraban.
Esa era la diversión de las brujas, enloquecer a los humanos.
Un relato de brujas muy simpático. Un abrazo
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