"Las estrellas eran unicornios dorados cabalgando en prados azules". William Faulkner
El rastro del Unicornio es tan antiguo como el mundo. Viejas pinturas cristianas lo describen entre los animales del Paraíso Terrenal, el primero que recibió su nombre.
Se dice que orgulloso y solitario, no quiso subir al Arca de Noé. Pero igualmente sobrevivió al diluvio.
Cuenta la leyenda que la única forma de cazar al Unicornio para obtener su preciado cuerno, antídoto contra todos los venenos, purificador y afrodisíaco, era que descansara su cabeza sobre el regazo de una virgen. La rendición del poder a la virtud.
Durante la Edad Media se creía que su cuerno curaba enfermedades, lo cual hacía longevo a quien se lo administrara; los nobles de la época buscaban este don consumiendo el mágico cuerno en forma de polvo en la comida y bebida, preferentemente en una copa hecha del mismo material. Por obtener este remedio contra la muerte se pagaban cifras astronómicas. ( En realidad la materia prima de estas pócimas provenía de los curnos de algún rinoceronte o colmillo de ballena).
Cuando un Unicornio tocaba a alguien con su cuerno, le hacía entrega del poder de la magia, y éste se conviertia en Mago.
Los unicornios habitaban en zonas en las abundaban los seres vivos (como en el bosque de Alis Lithban, lugar en el que vivían más comúnmente) ya que su cuerno actuaba como un canalizador de energía que obtenía del medio ambiente. No eran capaces de sobrevivir en un desierto o en un lugar yermo, ya que necesitaban tener la energía de la vida a su alrededor.
Desarrollaron la habilidad de moverse con la luz,
de manera extremadamente veloz e indetectable.
Se caracterizaban por ser pacíficos, sin embargo cuando era necesario se volvían feroces guerreros. Como cuando Talmannon, prestigioso hechicero y encarnación de un dios sanguinario, esclavizó a los magos de la Luz con el extremo poder que le confería el anillo "Ojo de Serpiente". Con la fuerza que emanaba de él esclavizó a todos los magos de La Luz. Los Unicornios se enfrentaron entonces a Talmannon y tras una feroz lucha lograron derrotarlo liberando a los Magos cautivos.
"La caza del Unicornio" |
Se dice que orgulloso y solitario, no quiso subir al Arca de Noé. Pero igualmente sobrevivió al diluvio.
Cuenta la leyenda que la única forma de cazar al Unicornio para obtener su preciado cuerno, antídoto contra todos los venenos, purificador y afrodisíaco, era que descansara su cabeza sobre el regazo de una virgen. La rendición del poder a la virtud.
Durante la Edad Media se creía que su cuerno curaba enfermedades, lo cual hacía longevo a quien se lo administrara; los nobles de la época buscaban este don consumiendo el mágico cuerno en forma de polvo en la comida y bebida, preferentemente en una copa hecha del mismo material. Por obtener este remedio contra la muerte se pagaban cifras astronómicas. ( En realidad la materia prima de estas pócimas provenía de los curnos de algún rinoceronte o colmillo de ballena).
Cuando un Unicornio tocaba a alguien con su cuerno, le hacía entrega del poder de la magia, y éste se conviertia en Mago.
Los unicornios habitaban en zonas en las abundaban los seres vivos (como en el bosque de Alis Lithban, lugar en el que vivían más comúnmente) ya que su cuerno actuaba como un canalizador de energía que obtenía del medio ambiente. No eran capaces de sobrevivir en un desierto o en un lugar yermo, ya que necesitaban tener la energía de la vida a su alrededor.
Se caracterizaban por ser pacíficos, sin embargo cuando era necesario se volvían feroces guerreros. Como cuando Talmannon, prestigioso hechicero y encarnación de un dios sanguinario, esclavizó a los magos de la Luz con el extremo poder que le confería el anillo "Ojo de Serpiente". Con la fuerza que emanaba de él esclavizó a todos los magos de La Luz. Los Unicornios se enfrentaron entonces a Talmannon y tras una feroz lucha lograron derrotarlo liberando a los Magos cautivos.
Comentarios
Publicar un comentario