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Mostrando entradas de febrero, 2017

LLUVIA DE ESTRELLAS

La hija del rey celestial Tentei, llamada Orihime, tenía un talento increíble para tejer. Desarrollaba su talento a orillas de un río que es nuestra Vía Lactea. El rey Tentei estaba encantado con las telas que hacía su preciosa hija, y ella lo complacía cada día de su vida. Sin embargo, la tristeza teñía su bello rostro al no poder conocer el amor. Tentei, preocupado por la angustia de su hija, decidió planear un encuentro entre ella y un pastor que se encontraba al otro lado del río. Cuando ambos se vieron, el amor surgió como una llama que los consumió. Poco después se casaron, pero el amor a veces puede cegar a los amantes, y eso ocurrió con ellos. Orihime dejó de tejer y Hikoboshi, descuidó a su ganado. Tentei, furioso ante tanta irresponsabilidad, separó a la pareja, cada uno a un lado del río como castigo por su comportamiento. Sin embargo, al ver las lágrimas de su hija, Tantei decidió calmar su dolor. Le prometió que volvería a ver a su amado, pero sólo una vez al año,

EL FANTASMA DE MARIA

María Ávila, una joven que pertenecía a la clase alta de Veracruz del siglo XVl, conoció a Joaquín Urrutia de quien se enamoró perdidamente a pesar de provenir de una familia humilde. Enterados sus padres se opusieron severamente a esta relación. Ella, decidida a consumar su amor por Joquín, planeó una fuga. Tristemente su plan se hizo trizas por la cobardía y la avaricia de su enamorado. Los hermanos de María le ofrecieron a Joaquín una sustanciosa suma de dinero para que abandonara el pueblo. El aceptó sin dilación. Al enterarse María, una profunda tristeza se apoderó de ella. Decidió entonces, internarse en un convento para llorar su pena. Una tétrica noche, María ya no pudo soportar el dolor que le perforaba el alma y vio como única salida, el suicidio. Se ahorcó en el jardín del Convento de la Concepción de una de las ramas más altas de un duraznero. La monjas, escandalizadas por la tremenda determinación de la joven y siguiendo las reglas de la Iglesia cristiana,

LA MUERTA, de Guy de Maupassan

Voy a contarles nuestra historia, ya que el amor sólo tiene una, que es siempre la misma. La conocí y viví de su ternura, de sus caricias, de sus palabras, en sus brazos tan absolutamente envuelto, atado y absorbido por todo lo que procedía de ella, que no me importaba ya si era de día o de noche, ni si estaba muerto o vivo, en este nuestro antiguo mundo. Y luego ella murió. ¿Cómo? No lo sé; hace tiempo que no sé nada. Pero una noche llegó a casa muy mojada, porque estaba lloviendo intensamente, y al día siguiente tosía, y tosió durante una semana, y tuvo que guardar cama. No recuerdo ahora lo que ocurrió, pero los médicos llegaron, escribieron y se marcharon. Se compraron medicinas, y algunas mujeres se las hicieron beber. Sus manos estaban muy calientes, sus sienes ardían y sus ojos estaban brillantes y tristes. Me consultaron acerca del entierro pero no recuerdo nada de lo que dijeron, aunque sí recuerdo el ataúd y el sonido del martillo cuando clavaban la tapa, enc

SIRENAS... HECHICERAS...

"TEN CUIDADO CON TUS SUEÑOS: SON LA SIRENA DE LAS ALMA S. ELLA CANTA, NOS LLAMA. LA SEGUIMOS. JAMAS RETORNAMOS". Gustave Flaubert Se dice que en tiempos de la Antigüedad vivía una joven princesa,  llamada Ligia. Era una joven de verdes pupilas, áurea cabellera y que cantaba de una manera extraordinaria hasta el punto que todo aquel que escuchaba su melodía lloraba, porque ella tenía un secreto: su corazón quedó prendado de un amor no correspondido. La princesa solía escapar del castillo y se internaba en el mar para llorar su dolor. En las cálidas aguas sumergía su blanca desnudez sintiendo que el suave roce de las olas calmaba su desasociego. "Ojalá fuera un pez para recorrer las profundidaes del océano en libertad, sin amenazas, sin imposiciones; donde ningún hombre rompa mi corazón". Cierta vez, cuando salía del mar, descubrió que un hombre, un cazador furtivo, la observaba con lascivia. La princesa se cubrió con su túnica y huyó espantada. El grosero

MATILDA, LA DAMA DE BLANCO

CASTILLO DE POPPI, EN EL VALLE DE CASENTINO, TOSCANA SIGLO XV La mujer más hermosa de la tierra, deseada por todos los hombres, se casó a una edad temprana con el hombre más poderoso de Poppi que gobernó la Toscana con un puño de hierro. Era un hombre de edad que pasó gran parte de su tiempo de viaje en negocios militares. Matilda no sentía amor por su anciano marido, que enfermo del corazón, no podía satisfacer sus necesidades. Ella envidiaba a la gente común que observaba desde lo alto de su castillo, y que eran libres de casarse con quien quisieran. Matilda comenzó a contratar jóvenes solteros para hacer trabajos de reparación en el castillo, pero en realidad su objetivo era: complacerla sexualmente. Todos caían rápidamente a sus pies. Ella lo disfrutaba y cada tarde eligía a uno de ellos para pasar la noche en su habitación. A la mañana siguiente, antes del amanecer, hacía que se marcharan por una puerta trasera para evitar ser atrapada en adulterio. Sin embargo, es

EL PODER DEL SANTO GRIAL

El Santo Grial es considerado habitualmente la copa de la que habría bebido Cristo en la Última Cena. Según la Biblia, Jesús compartió una última comida con sus discípulos poco antes de ser detenido, juzgado y condenado a muerte. Cuenta la leyenda que uno de los seguidores de Jesús, José de Arimatea, utilizó esta misma copa para recoger algunas gotas de la sangre de Cristo durante la Crucifixión, confiriendo de este modo al cáliz un poder divino. Aquellos que bebían de él, según se decía antiguamente, sanaban de todas las enfermedades, pudiendo incluso alcanzar la inmortalidad. Otra leyenda señala el útero de María Magdalena fecundado por Jesucristo como el auténtico Santo Grial. Los Evangelios apócrifos apoyan esta versión.